sábado, 7 de marzo de 2009

UN AÑO QUE CULMINA

Deseo compartir con vosotros la alegría de mi experiencia, después de un año en tierra española, en una Diócesis que, para ser sincero poco sabía de su existencia pero que a través de este tiempo puedo sentirme orgulloso de poder conocer una provincia tan hermosa y acogerme a vuestro sentir ¡Teruel Existe!. Es un año que al principio produce sacrificios, temores y dudas; que al igual que muchos extranjeros dejamos a nuestras familias, amigos y tierra y nos embarcamos en una aventura, en la cual encontramos otra forma de vivir, de cultura y costumbres. Una aventura maravillosa en la cual, sintiendo el dolor por dejar el seno familiar, Dios me ha brindado una nueva familia, la familia de la Diócesis de Teruel y Albarracín; el clero, religiosos/as, y los laicos nos hacen sentir el gozo por acogernos. Lo he sentido desde aquellos primeros días en los que hice contacto con nuestro Obispo D. José Manuel, que por medio del sacerdote encargado de la pastoral vocacional, D. Maxi Caballero, manifestó entusiasmo y alegría por ampararnos como seminaristas. No olvidaré aquel día en Barajas; Cuando D. Manuel Sebastián (Vicario General y actual rector) y D. Maxi nos acogieron con enorme alegría; día aquel que al llegar a la Diócesis y al seminario me sentía en el calor de mi casa. Los primeros días fueron arduos pero que con ayuda de nuestro Obispo, de los sacerdotes mencionados, de D. Blas Sanz (antiguo rector) estuvo atento a todas nuestras necesidades. Por otro lado el apoyo de D. Ricardo Alcón con su ayuda espiritual me encaminó a ver en mi vida la obra de Dios y aceptar su voluntad; aquella que siempre manifiesto a Dios haciendo mías las palabras de la Virgen María, “Hágase en mi según tu palabra”.

Ha pasado un año, en el cual no se puede hacer una lista de todos aquellos a quien debo manifestar agradecimientos, cometería una injusticia al no mencionar a alguno. Solo puedo elevar mi felicidad a Dios y a su Santísima Madre, por permitirme conoceros y convivir con vosotros y la forman en la que me han aceptado. Rezo por vuestras intenciones y me confío a las vuestras, para que la gracia del Espíritu Santo me llene de fortaleza y virtud para realizarme como un santo sacerdote para el bien de la Iglesia y de nuestra Diócesis.
Jackson
Seminarista

1 comentario:

  1. Es muy interesante la información que se obtiene en estos atículos, informes y testimonios. Todo muy detallado, pero me encuentro con un número de 10 seminaristas que no tenia constancia. Es una buena noticia. Si de 10 pasamos a 20. sería genial. Me alegro por el trabajo serio, intenso y sacrificado que se hace en Teruel desde la Delegación Diocesana de Pastoral Vocacional y desde el Seminario Mayor. ! Que buena labor en un momento tan dificil para el tema vocacional!!Animo que tenemos un gran futuro y podremos situarnos, si seguimos así, por delante de Madrid y Toledo.Me han parecido interesantes los testimonios de los seminaristas, especialmente, el de Jakson, es conmovedor.
    !Animo y a seguir trabajando como hasta ahora! Contad con nuestra oración y nuestro apoyo.

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