sábado, 7 de marzo de 2009

Testimonio Vocacional

"Salió Jesús de allí, vio al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: Sígueme; se levanto y lo siguió". (Cf Mt 9, 9)

“La vocación es una llamada especial que Dios hace a los hombres para estar de una manera más especial con Él. En el sacerdocio esta cercanía se puede experimentar de mayor forma y Tú puedes ser uno de ellos”
Estas fueron las palabras de un seminarista que visitó el colegio cuando estaba en 4º de la ESO y en busca de la respuesta ingrese, con la ayuda y orientación del sacerdote que trabajaba en mi parroquia, a la experiencia del seminario menor; allí realice los grado 1º y 2º de bachiller, y posteriormente los estudios correspondientes al ciclo filosófico. Estaba seguro de mi vocación, cada día que pasaba más enamorado me sentía y por ello colocaba todo el empeño por responder de manera positiva a esa llamada que Dios me había hecho. Sin embargo, el brote de violencia y de inseguridad social que se vivía en mi país, obligó a que mi familia tuviera que trasladarse de ciudad y con ello, vi la necesidad de interrumpir mi proceso formativo. Fueron siete largos años en los que lejos del seminario tuve la oportunidad de madurar, afianzar y fortalecer mi opción de vida.

Después con la ayuda del padre Oscar Manuel Alzate, ingrese nuevamente al seminario “Cristo Sacerdote” de Yarumal en Colombia. Desde allí, comprendiendo la universalidad y necesidad de la Iglesia, acepte venir a continuar mi proceso formativo a España, para la Diócesis de Teruel y de Albarracín.
Hoy quisiera recordar la invitación que Jesús me hizo y me continúa haciendo; al mismo tiempo que quiero hacerla extensiva a cuantos tengan la oportunidad de leer este pequeño artículo: Las palabras de Jesús hoy siguen resonado para TI y para MI “Ven y sígueme”. Escúchalo.

Horacio de Jesús Quintero
Seminarista

No hay comentarios:

Publicar un comentario